"Quiero aprender a hilar..."
Un día comentándolo llegó a mis oídos "La Hila", el nombre de una asociación que desarrolla su actividad lanera en Polaciones(Cantabria), que este fin de semana ha organizado un curso sobre el proceso de la lana.
Durante todo el sábado y domingo, a la vez de aprender el proceso lanero, hemos conocido gente y hemos podido disfrutar de este bonito lugar.
El proceso de la lana:
El primer paso: lavar la lana esquilada en el río.
Se mete la lana en el agua, lo enjuagamos bien y cuando ha soltado la mayor parte de suciedad lo frotamos con un poco de jabón en pastilla.
Seguimos enjuagando, aclarando... así continuamente hasta que quede limpio. Escurrimos bien... y a secar.
Una vez que la lana ha secado completamente, hay que escarmenar. Esto es, desenmarañar, desenredar...
Cuando tenemos una buena cantidad de fibra escarmenada, podemos pasarlo por la cardadora, ya sea de mano o de tambor. Con esto conseguimos las luetas listas para hilar.
Para hilar necesitamos huso y rueca (esta rueca no confundirla con la máquina de hilar, también llamada rueca).
El huso es un trozo de madera largo y redondeado que en su extremo inferior lleva una pieza redonda de contrapeso y tope y en el extremo superior lleva tallado un camino por el que se conduce la hebra.
La rueca es la vara en la que amarras la lueta para ayudarte a hilar.
Para hilar con el huso se comienza torciendo la fibra entre los dedos hasta darle forma de hebra. Esta hebra inicial se amarra al huso y se sigue realizando el procedimiento de torsión. Mientras tanto, con la otra mano se hace girar el huso de manera que la hebra vaya enrollándose a él.
La rueca es la vara en la que amarras la lueta para ayudarte a hilar.
Para hilar con el huso se comienza torciendo la fibra entre los dedos hasta darle forma de hebra. Esta hebra inicial se amarra al huso y se sigue realizando el procedimiento de torsión. Mientras tanto, con la otra mano se hace girar el huso de manera que la hebra vaya enrollándose a él.
Hilar en huso requiere práctica. Hay que ir controlando la cantidad de fibra que poco a poco vamos sacando de la lueta para que en el momento de torcer quede lo más igualado posible y que no haya sitios en los que quede abultado o más fino.
Cuando tenemos el huso lleno, sacamos la fibra hilada y con la ayuda de una devanadora podemos preparar las madejas.
La otra "rueca" con la que hilamos es ésta:
Con ella se consigue una mayor rapidez y también poder torcer hilos de más cabos.
En el curso también hemos aprendido a teñir con tintes naturales. Para el teñido hemos utilizado las luetas y las madejas que hemos ido hilando.
Ahora... a hilar!!
¡Wuauuuuuuu!!!! Yo quiero....¡Qué envidia!
ResponderEliminarGenial el post!
Qué envidia me das!! Yo todo esto lo estoy auto-aprendiendo a golpe de ensayo-error. Me anoto para la próxima vez lo de lavar el vellón en el río!
ResponderEliminarQue interesante. Como me hubiese encantado hacer un curso como este.
ResponderEliminarSúper Interesante!!
ResponderEliminarque instructivo!!!!!!
ResponderEliminarme encanta!!